lunes, 18 de noviembre de 2013

Ante el fin de la Huelga de limpieza y jardinería

Compañeros y compañeras de Limpieza Viaria y Jardines,

Desde el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) y los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC) compartimos con todos vosotros y vosotras este momento de moderada alegría y cierto desconcierto. Hoy, dos semanas de huelga indefinida tocan a su fin y no ha sido por cansancio o desmoralización, puesto que las plantillas se han mostrado unidas y en pie de guerra hasta el final.

Desde el PCPE y los CJC valoramos esta huelga como una victoria parcial de la clase obrera. En este periodo de crisis estructural del capitalismo, se suceden EREs y rebajas salariales en casi cualquier conflicto que la patronal desata en su desesperada búsqueda de mantener su tasa de ganancia a costa de una mayor explotación de la clase obrera. Es en este contexto donde debemos entender que haber impedido los despidos de 1140 trabajadores y 0€ de rebaja salarial como un éxito.

Como comunistas, entendemos cada batalla de la clase obrera contra la patronal como un episodio inserto en la lucha de clases. Queremos lanzar a los compañeros y compañeras una pregunta, que los y las comunistas nos planteamos para valorar cada lucha. ¿Estamos más organizados, más unidos y con más capacidad de lucha que previamente a esta Huelga? Si como el PCPE y los CJC planteamos que la respuesta es sí, entonces estamos hoy en mejores condiciones para afrontar la lucha ya no contra una empresa o ayuntamiento determinado, ya no contra un ERE particular, sino para avanzar hacia la lucha general contra el capitalismo que es lo que la realidad requiere, y lanzarnos a la batalla por el Socialismo-Comunismo.

Vuestra unidad y combatividad es hoy patrimonio del conjunto de la clase obrera y los sectores populares del Estado. Habéis conseguido prender la mecha de solidaridad del pueblo trabajador de Madrid que se ha lanzado a las calles con vosotros y vosotras y habéis demostrado que con unidad y lucha, la clase obrera puede involucrarse en cualquier combate por duro que parezca.

Sin embargo, no podemos ser acríticos y faltaríamos a nuestro compromiso con la clase obrera y los sectores populares si no analizáramos los fallos que se han dado.

La convocatoria de una huelga indefinida requiere un mayor nivel de organización previa. El enorme potencial que han demostrado los compañeros y compañeras en cada cantón, alcanzando una casi total unidad de acción, no ha sido correspondido con la misma planificación desde las secciones sindicales, lo cual hubiese permitido una mejor distribución de fuerzas y por lo tanto un mayor daño a empresas y ayuntamiento. Lanzar una huelga indefinida requiere además preparar y organizar una caja de resistencia que permita sostener la lucha y materializar el enorme apoyo de la clase obrera y los sectores populares del Estado. Para llevar esto a cabo, debería haberse formado un Comité de Huelga que unificara la acción en toda la ciudad de Madrid.

Sin embargo, debemos hacer una crítica más severa a cómo se han llevado las últimas horas y jornadas de huelga y negociación por parte de las secciones sindicales. Ante la amenaza por parte del Ayuntamiento de reventar la huelga mediante la contratación de TRAGSA se deberían haber roto negociaciones de inmediato, en tanto que esto suponía un chantaje y una agresión al derecho de huelga.

Una vez en la mesa de negociación, las posturas se fueron acercando, mientras los trabajadores y trabajadoras continuaban reuniéndose en los lugares habituales para evitar que TRAGSA rompiera la huelga, con la misma disposición a la lucha que los días previos. Pero ante la firma de un preacuerdo que respetaba la línea roja de 0€ de rebaja salarial, 0 despidos, los sindicatos desmovilizaron a las plantillas y enviaron a los piquetes a casa con el mensaje de que se había ganado, que ya no había que hacer nada más.

Durante la noche del viernes al sábado, el centro de Madrid fue limpiado y las plantillas estaban desmovilizadas. Ante esta situación, la patronal se sentó a negociar desde una posición de mayor fuerza que la noche anterior y planteó despidos sobre la mesa, incumpliendo el preacuerdo de la noche anterior. In extremis, se firmó un acuerdo que si bien no rebasaba las líneas rojas, se queda corto para los logros que podríamos haber alcanzado en esta lucha.

Hoy, este acuerdo ha sido ratificado en Asambleas por lote, con un escaso margen de actuación, porque las fuerzas estaban desmovilizadas y Ayuntamiento y patronal con Madrid limpio.

Compañeros y compañeras, confiar en la patronal y desmovilizarse sin haber logrado el total de las reivindicaciones es un error. Ni las amenazas ni los cantos de sirena de la patronal pueden aflojar la respuesta obrera que debe ser firme hasta el final, hasta arrancar de las garras capitalistas aquello que pertenece a la clase obrera .

Por todo lo señalado, desde el PCPE y los CJC valoramos este conflicto como una victoria parcial. Ahora, llamamos a los compañeros y compañeras más combativos, más organizados y con más disposición a la unidad y la lucha a constituir un Comité para la Unidad Obrera (CUO) del sector, que nos permita apoyar las luchas futuras del sector (Punto Limpio y Residuos Sólidos Urbanos) y se sume a la lucha general de la clase obrera, superando la división sindical y el corporativismo desde posiciones de clase.

¡Vuestra lucha es ejemplo, vuestra unidad muestra el camino
al conjunto de la clase obrera!

De esta victoria, nacerán una, diez, cien, mil…

¡Hasta la Victoria Final! ¡Por el Socialismo-Comunismo!


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