Compañeros
y compañeras de Limpieza Viaria y Jardines,
Desde
el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) y los
Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC) compartimos con todos
vosotros y vosotras este momento de moderada alegría y cierto
desconcierto. Hoy, dos semanas de huelga indefinida tocan a su fin y
no ha sido por cansancio o desmoralización, puesto que las
plantillas se han mostrado unidas y en pie de guerra hasta el final.
Desde
el PCPE y los CJC valoramos esta huelga como una victoria parcial de
la clase obrera. En este periodo de crisis estructural del
capitalismo, se suceden EREs y rebajas salariales en casi cualquier
conflicto que la patronal desata en su desesperada búsqueda de
mantener su tasa de ganancia a costa de una mayor explotación de la
clase obrera. Es en este contexto donde debemos entender que haber
impedido los despidos de 1140 trabajadores y 0€ de rebaja salarial
como un éxito.
Como
comunistas, entendemos cada batalla de la clase obrera contra la
patronal como un episodio inserto en la lucha de clases. Queremos
lanzar a los compañeros y compañeras una pregunta, que los y las
comunistas nos planteamos para valorar cada lucha. ¿Estamos más
organizados, más unidos y con más capacidad de lucha que
previamente a esta Huelga? Si como el PCPE y los CJC planteamos que
la respuesta es sí, entonces estamos hoy en mejores condiciones para
afrontar la lucha ya no contra una empresa o ayuntamiento
determinado, ya no contra un ERE particular, sino para avanzar hacia
la lucha general contra el capitalismo que es lo que la realidad
requiere, y lanzarnos a la batalla por el Socialismo-Comunismo.
Vuestra
unidad y combatividad es hoy patrimonio del conjunto de la clase
obrera y los sectores populares del Estado. Habéis conseguido
prender la mecha de solidaridad del pueblo trabajador de Madrid que
se ha lanzado a las calles con vosotros y vosotras y habéis
demostrado que con unidad y lucha, la clase obrera puede involucrarse
en cualquier combate por duro que parezca.
Sin
embargo, no podemos ser acríticos y faltaríamos a nuestro
compromiso con la clase obrera y los sectores populares si no
analizáramos los fallos que se han dado.
La
convocatoria de una huelga indefinida requiere un mayor nivel de
organización previa. El enorme potencial que han demostrado los
compañeros y compañeras en cada cantón, alcanzando una casi total
unidad de acción, no ha sido correspondido con la misma
planificación desde las secciones sindicales, lo cual hubiese
permitido una mejor distribución de fuerzas y por lo tanto un mayor
daño a empresas y ayuntamiento. Lanzar una huelga indefinida
requiere además preparar y organizar una caja de resistencia que
permita sostener la lucha y materializar el enorme apoyo de la clase
obrera y los sectores populares del Estado. Para llevar esto a cabo,
debería haberse formado un Comité de Huelga que unificara la acción
en toda la ciudad de Madrid.
Sin
embargo, debemos hacer una crítica más severa a cómo se han
llevado las últimas horas y jornadas de huelga y negociación por
parte de las secciones sindicales. Ante la amenaza por parte del
Ayuntamiento de reventar la huelga mediante la contratación de
TRAGSA se deberían haber roto negociaciones de inmediato, en tanto
que esto suponía un chantaje y una agresión al derecho de huelga.
Una
vez en la mesa de negociación, las posturas se fueron acercando,
mientras los trabajadores y trabajadoras continuaban reuniéndose en
los lugares habituales para evitar que TRAGSA rompiera la huelga, con
la misma disposición a la lucha que los días previos. Pero ante la
firma de un preacuerdo que respetaba la línea roja de 0€ de rebaja
salarial, 0 despidos, los sindicatos desmovilizaron a las plantillas
y enviaron a los piquetes a casa con el mensaje de que se había
ganado, que ya no había que hacer nada más.
Durante
la noche del viernes al sábado, el centro de Madrid fue limpiado y
las plantillas estaban desmovilizadas. Ante esta situación, la
patronal se sentó a negociar desde una posición de mayor fuerza que
la noche anterior y planteó despidos sobre la mesa, incumpliendo el
preacuerdo de la noche anterior. In extremis, se firmó un acuerdo
que si bien no rebasaba las líneas rojas, se queda corto para los
logros que podríamos haber alcanzado en esta lucha.
Hoy,
este acuerdo ha sido ratificado en Asambleas por lote, con un escaso
margen de actuación, porque las fuerzas estaban desmovilizadas y
Ayuntamiento y patronal con Madrid limpio.
Compañeros
y compañeras, confiar en la patronal y desmovilizarse sin haber
logrado el total de las reivindicaciones es un error. Ni las amenazas
ni los cantos de sirena de la patronal pueden aflojar la respuesta
obrera que debe ser firme hasta el final, hasta arrancar de las
garras capitalistas aquello que pertenece a la clase obrera .
Por
todo lo señalado, desde el PCPE y los CJC valoramos este conflicto
como una victoria parcial. Ahora, llamamos a los compañeros y
compañeras más combativos, más organizados y con más disposición
a la unidad y la lucha a constituir un Comité para la Unidad Obrera
(CUO) del sector, que nos permita apoyar las luchas futuras del
sector (Punto Limpio y Residuos Sólidos Urbanos) y se sume a la
lucha general de la clase obrera, superando la división sindical y
el corporativismo desde posiciones de clase.
¡Vuestra
lucha es ejemplo, vuestra unidad muestra el camino
al conjunto de la
clase obrera!
De
esta victoria, nacerán una, diez, cien, mil…
¡Hasta
la Victoria Final! ¡Por el Socialismo-Comunismo!
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