Es bien sabido por todos los estudiantes de extracción
trabajadora que la educación pública en la que ellos estudian lleva unos años
en los que se ha visto amenazada y dañada por la intervención de las empresas
privadas en busca de su beneficio propio. Tras el Plan Bolonia, la LOMCE y el
3+2, pudimos leer en el BOEucm que la nueva ofensiva de las empresas ha caído
sobre la Universidad Complutense.
En el BOE, un documento de obligada divulgación por el
gobierno de la UCM, el rector daba la oportunidad a las empresas de contratar
profesores para que nos diesen clase a nosotros los alumnos. Esto, facilitaría
la inmersión de las empresas en nuestras clases, contratando a aquellos
profesores que defendieran sus intereses y nos enseñaran las cosas que más les
interesara o de la forma que más les interesara.
Aunque este procedimiento no sea nuevo por parte de las
empresas, ya que sabemos que en otras universidades (como la UC3M) ya se ha
llevado a cabo, vemos que en la Universidad Complutense de Madrid tiene unas
particularidades que nos hacen pensar que la situación puede ser más sensible
de lo que parece. Por ejemplo, si antes los profesores eran contratados con la
aprobación de la Junta y de los diferentes departamentos donde iban a dar
clase, estos nuevos profesores serán elegidos por una Comisión Mixta en la que
participarán dos representantes de las empresas, el vicerrector y otro
profesor. Cuando esa comisión se ponga de acuerdo a que profesor contratar, tan
sólo necesitará la firma del rector, sin tener en cuenta la opinión de la
Junta, ningún otro organismo de la Complutense y sin tener en cuenta, por
supuesto, la opinión y la voz del alumnado.
Desde el Colectivo de Ciudad Universitaria de los CJC decimos
BASTA YA. Los CJC mostramos nuestra repulsa ante esta situación, un
nuevo caso de ataque frontal a una clase, nuestra clase, la clase trabajadora.
Una vez más podemos comprobar como el capital pone en marcha
su maquinaria para continuar hundiendo a la clase obrera.
La inmersión de las empresas privadas en la educación pública
vulnera nuestro derecho a estudiar y conduce nuestra educación a un mercado
laboral que únicamente responde a los intereses del capital.
La creación de órganos como las citadas anteriormente
Comisiones Mixtas, utilizadas para la ‘elección a dedo’ de profesores que
actúen e impartan conocimientos que beneficien a las empresas, suponen un
enorme aumento del control que ya de por sí ejercía la burguesía sobre los y
las estudiantes de extracción obrera.
Los argumentos esgrimidos por las partes beneficiadas son la
mejora de la inserción en el mercado laboral de los y las estudiantes que
acaban sus estudios universitarios o la experiencia que proporciona el hecho de
tener un profesor colocado por una empresa a la hora de trabajar en ella.
A su vez, observamos como organizaciones izquierdistas
aprovechan este tipo de situaciones para defender una educación pública ‘de
todos y para todos’. Sin embargo, los Colectivos de Jóvenes Comunistas entendemos
que sólo es posible lograr una educación pública y de calidad fuera del
capitalismo, construyendo un sistema y una educación socialistas.
¿Hasta dónde van a llegar estos ataques? Como jóvenes y
estudiantes, es nuestro deber organizarnos en cada barrio, en cada centro de
estudios y en cada centro de trabajo para hacer frente a un sistema que con
medidas y argucias como esta atacan de manera firme y continuada a una clase
que lucha por recuperar lo que es suyo y lo que le fue robado.
¡Basta de ver como acaban con nuestra educación!
¡Basta de permitir la entrada de las empresas privadas en
nuestras universidades y nuestras aulas!