La jornada de huelga general terminaba en Madrid con una demostración de fuerza de la juventud comunista madrileña organizada en los Colectivos de Jóvenes Comunistas. Pese a las horas sin dormir y de duro trabajo en los piquetes durante la noche y la mañana, un centenar de jóvenes marcharon desde Buenos Aires (en el obrero barrio de Vallecas) hasta Atocha durante cerca de dos horas, uniéndose a la gran manifestación de más de un millón de trabajadores.
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La marcha fue sinónimo de combate, disciplina y organización, principios básicos de los CJC. Numerosos grandes establecimientos cerraron sus puertas ante el paso de nuestro piquete juvenil comunista, atendiendo a nuestras reivindicaciones de un día de huelga. Pero también decenas de jóvenes y no tan jóvenes vecinos del barrio y de las calles por donde pasaba el bloque se unieron con nosotros y se mantuvieron hasta el final de la manifestación entre Cibeles y Colón. A la llegada a Atocha por la Avenida del Mediterráneo, el bloque fue recibido por aplausos y otras tantas personas se sumaron para cerrar los establecimientos de la zona que aun se mantenían abiertos.
Sin duda, una jornada de lucha obrera que llenó de ánimo a la militancia y simpatizantes, que demostró el crecimiento de la organización de los últimos meses, pero también de su fortalecimiento interno, de organización y disciplina militante.
Porque la juventud comunista da un paso al frente. ¡Ni recortes ni capitalismo! ¡Únete a la lucha!
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