Las
nuevas medidas educativas que durante los últimos días todos hemos podido ver y
leer en periódicos y televisiones, no son sino un nuevo ataque a la educación
pública y a las posibilidades de formación de la mayoría del estudiantado. No
podía por tanto más que generar preocupación e indignación dentro de los
centros de estudio, indignación que nos lleva a una nueva lucha contra la LOMCE y el 3+2 en todos los institutos y
facultades de Madrid.
El
recién aprobado 3+2 y la LOMCE forman parte de un milimétrico plan de
privatización y reducción del campo público en beneficio de los intereses
particulares de las empresas dentro de nuestros institutos y facultades gestado desde la Unión Europea y que se materializó
con la Estrategia Universidad 2015, el Plan Bolonia y ahora con esta nueva
vuelta de tuerca. A grandes rasgos, el
3+2 cierra la posibilidad de los hijos e hijas de la clase trabajadora a cursar
estudios superiores: se reducen los años de Grado y se amplía el Master, lo
que se traduce en un aumento sustancial de las tasas, llegando a superar los
14000 euros por 5 años de estudios o incluso más en universidades como la UAM o
la UPM.
Los
institutos de Medias y FP de Madrid
no están en mejores condiciones. Los ratios de alumno por aula más altos de
todo el Estado se registran en la CAM, alcanzando hasta 42 alumnos en
bachillerato. Los presupuestos de los centros también han bajado, en cuestión
de dos años, desde 2012 hasta 2014, se ha reducido en más de un 21% la
inversión en centros públicos. Por último ha de mencionarse las condiciones en
las que los jóvenes madrileños estudian, pues los recortes en calefacción,
transporte o comedor son parte de la LOMCE, que el curso próximo terminará de
instalarse en la mayoría de los cursos.
El
futuro del estudiantado obrero y popular se torna gris, con cada vez más trabas
y con cada vez más gastos nos niegan hasta la posibilidad de estudiar lo que
deseamos. Estas medidas nos afectan a todos y todos debemos saber responder
bajo nuestras herramientas: la organización, la unidad y la lucha.
Por
ello la Juventud Comunista en Madrid llama a
todos los estudiantes de nuestra comunidad a secundar la Huelga del 26 de
febrero y a mantener una movilización sostenida hasta el final del curso. Esta
cita es clave para el avance del
movimiento estudiantil, para que este pueda ir construyendo sus propias
organizaciones de combate y para que los gestores y políticos de turno, además
de los empresarios y banqueros que se llenan los bolsillos con estas leyes,
sepan que los estudiantes de Madrid no van a dejar que les arrebaten todos sus
derechos. Porque no queremos ni los
institutos ni las facultades del empresario, porque luchamos por la
gratuidad, por una educación para los hijos e hijas de los trabajadores: ¡Hay
que prepararse!
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