El pasado 7 de febrero los trabajadores/as de Coca-cola volvían a la calle a hacer una demostración de fuerza contra el ERE que plantea echar a la calle a cientos de personas y cerrar varias de las fábricas que tiene la multinacional en España, entre ellas la histórica planta de Fuenlabrada.
Bajo las altas torres de Madrid, símbolo de la especulación y de los monopolios, los trabajadores/as de Fuenlabrada no estuvieron solos en la cita. En esta ocasión Alicante y Asturias se sumaron a esta convocatoria, con la llegada de varias decenas de trabajadores de estas regiones, también amenazadas con el cierre de sus fábricas. La concentración, tras más de dos horas, quiso dar un salto más y cortó parte del Paseo de la Castellana, marchando en bloque hasta Plaza Castilla, que fue disuelta por iniciativa de los propios trabajadores ante la cada vez más presencia policial.
Los CJC y el PCPE, como venimos haciendo desde que estalló el conflicto, hemos participado para apoyar la huelga indefinida, dejando claro que solo a través de la lucha podremos conquistar victorias
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