Mientras la familia real y la clase política celebraba junto a banqueros y grandes empresarios otro aniversario más de la constitución monárquica y la falsa democracia, miles de personas nos manifestabamos por una III República.
Una III República que, lejos de idealismos imposibles, deberá ser necesariamente socialista, con los medios de producción bajo el control de la clase obrera y con verdaderos mecanismos de participación democrática que permitan a la clase obrera y los sectores populares ejercer su poder.
Porque la Juventud Comunista no entiende de etapas intermedias, ni de repúblicas de izquierdas ni de "procesos constituyentes": La Juventud Comunista sabe que sólo mediante la construcción del socialismo-comunismo en España podrá liberarse de las cadenas del capitalismo explotador y construir un futuro en paz y libertad.
¡Por la República Socialista!
¡Todo el poder para la clase obrera!
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